La Universidad de Murcia (UMU) ha dado un salto significativo hacia la sostenibilidad con el lanzamiento de un ambicioso proyecto energético. La iniciativa, que se extiende sobre 4.570 metros cuadrados en el Campus de Espinardo, promete instalar una superficie fotovoltaica que no solo reducirá el consumo de energía en un 8%, sino que también disminuirá la huella de carbono al evitar la emisión de 824 toneladas de CO2 al año.

El proyecto contempla la colocación de módulos fotovoltaicos en las cubiertas de varios edificios del campus, incluyendo las Facultades de Biología, Veterinaria y Química, así como la Biblioteca General y el edificio PLEIADES. Con una potencia de 1,013 MW y una producción energética anual estimada de 1.832,30 MWh/año, la instalación servirá exclusivamente para autoconsumo, lo que se traduce en un ahorro económico proyectado de cerca de 350.000 euros anuales.

La licitación para esta obra se publicó con un presupuesto máximo de 2.458.392 euros, divididos en cinco lotes para agilizar la ejecución. Sorprendentemente, la empresa Ferrovial ha sido adjudicataria de los contratos por un total de 889.608 euros, lo que representa una reducción del 63,8% del precio inicial. Esta diferencia económica permitirá financiar una segunda fase del proyecto, aumentando así la producción de energía limpia y renovable en la UMU.

Se espera que los trabajos comiencen en las próximas semanas, con el objetivo de que la instalación esté operativa a finales de año. Este proyecto es posible gracias a la financiación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), en línea con las políticas de desarrollo sostenible de la Unión Europea, que buscan promover la eficiencia energética y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Además de generar electricidad de forma limpia y renovable, la instalación mejorará la eficiencia energética de los edificios gracias al efecto aislante térmico de las placas solares, así como a la reducción en el consumo de los equipos de climatización. Este proyecto no solo representa un avance en la infraestructura energética de la UMU, sino que también es un ejemplo inspirador de cómo las instituciones pueden liderar el camino hacia un futuro más verde y sostenible.