El sector eléctrico mexicano se ha convertido en un tablero de ajedrez donde las piezas se mueven con cautela y las tensiones internacionales están a la orden del día. Las decisiones tomadas en este ámbito no solo afectan la economía nacional, sino también las relaciones comerciales con nuestros vecinos del norte. Analicemos en detalle el juego que se está desarrollando y los riesgos que implica.
Crecimiento Económico y Desafíos
- Economía en Ascenso
Después de los embates de la pandemia, México muestra signos de recuperación económica. El crecimiento del 0.9% en el PIB durante el segundo trimestre y el 1.1% en el primero son indicadores alentadores. Sin embargo, las proyecciones para este año no superan el 2%, y las expectativas para 2023 son aún más moderadas.
- Tensión Comercial con Estados Unidos
El juego se complica cuando se trata de política energética. Las decisiones tomadas por México han generado fricciones con Estados Unidos y Canadá, nuestros principales socios comerciales. El T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá) establece compromisos específicos en el sector eléctrico, y cualquier desviación podría poner en riesgo nuestra relación comercial.
Reforma Energética y Cambios Recientes
- Apertura y Reformas
La apertura del mercado eléctrico a la iniciativa privada en 2013 fue un paso importante hacia la eficiencia y la diversificación de fuentes de energía. Sin embargo, las reformas recientes han generado controversia:
- Favoreciendo a la CFE: Cambios en las reglas del juego han inclinado la balanza a favor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa estatal. Esto limita los nuevos permisos para generación privada y podría afectar la inversión en el sector.
- Compromisos Internacionales: México está comprometido con la transición hacia energías más limpias y la reducción de emisiones. Las decisiones que favorecen a la CFE podrían violar los compromisos adquiridos en acuerdos internacionales.
Oportunidades Perdidas y Nearshoring
- Nearshoring y el Momento Crucial
En un contexto de nearshoring (reubicación de operaciones de manufactura cerca de los mercados de consumo), México tiene una oportunidad única para atraer inversiones y fortalecer su economía. Sin embargo, las barreras comerciales creadas en el sector eléctrico podrían alejar a los inversionistas y afectar nuestra competitividad.
- Balance entre Soberanía y Cooperación
El juego del sector eléctrico es un delicado equilibrio entre la soberanía nacional y la cooperación internacional. México debe tomar decisiones estratégicas que impulsen el crecimiento económico sin sacrificar su compromiso con el medio ambiente y la eficiencia energética.
Conclusión: Jugando con Fuego
El sector eléctrico no es solo un tablero de ajedrez; es un campo de batalla donde se definen los intereses nacionales y las relaciones internacionales. Las decisiones tomadas hoy tendrán consecuencias a largo plazo. México debe jugar con inteligencia, considerando los riesgos y las oportunidades, para asegurar un futuro energético sostenible y próspero.
En resumen, el sector eléctrico es un juego de alto riesgo, y las apuestas están sobre la mesa. ¿Seremos capaces de mover nuestras piezas con sabiduría?